4 pasos para priorizar la toma de decisiones

Los líderes y sus equipos, a menudo se enorgullecen de su capacidad para lidiar con una avalancha de decisiones. Sin embargo, deberían tener un enfoque que integrara las decisiones dentro de un flujo de trabajo deliberadamente estructurado.

Teniendo en cuenta que asegurar decisiones de alta calidad requiere un proceso disciplinado, el equipo debe establecer una metodología adecuada para cada una de ellas:

  1. Creación de una lista: cree una lista de las decisiones que probablemente surgirán en los próximos meses, sin tener en cuenta la importancia. Aunque la mayoría de las grandes empresas pueden ya haber definido procesos para esto, las situaciones pueden cambiar de forma rápida y a corto plazo. Una vez el equipo haya creado la lista y sea consciente de todas las decisiones que se deben abordar, se podrían eliminar duplicados y combinar decisiones similares con el fin de aumentar la coordinación.
  2. Comprender sus características: el equipo debe caracterizar de acuerdo a cuatro criterios: magnitud, complejidad organizaciones, complejidad analítica y desafío de la materia. A partir de aquí, se utiliza un sistema de puntos para asignar una puntuación a cada decisión.
    1. Por magnitud: las métricas incluyen el tamaño de la inversión o el gasto operacional y el tiempo para los beneficios esperados. Cuando mayor sea la inversión y el tiempo para obtener beneficio, mayor será la puntuación.
    2. Complejidad de la organización: incluyen el número de grupos y partes interesadas, su grado de alineación, grado de poder y de esfuerzo requerido para lograr la alineación.
    3. Complejidad analítica: incluyen la calidad de datos relevantes, el grado de incertidumbre, el número de alternativas y el grado de calidad en las medidas de valor.
    4. Desafío de la materia: grado de familiaridad del equipo con las cuestiones comerciales o técnicas involucradas. A menos familiaridad, mayor es la puntuación.
  3. Ordenar en tres categorías: en base a las puntuaciones obtenidas, el equipo deberá asignar cada una de las decisiones a tres categorías (proceso de toma de decisiones distinto):
    1. Estratégico: son las decisiones de mayor puntuación, que suponen una gran complejidad organizativa y analítica y que determinarán la dirección de la empresa a largo plazo. Las decisiones estratégicas suelen requerir un mayor tiempo y atención de los equipos de alto nivel, así como un proceso de toma de decisiones riguroso, completo y uniforme.
    2. Significativo: son decisiones de rango medio de puntuación. Las decisiones importantes típicas incluyen cuestiones como la contratación, nuevos productos, inversiones TIC, etc. El proceso de toma de decisiones puede no requerir una aplicación en profundidad de cada paso en el proceso de toma de decisiones estratégicas. Más bien, el proceso debe ser adaptado, dependiendo de la naturaleza de cada decisión significativa.
    3. Rápido: estas decisiones tienen una puntuación baja tanto en la complejidad organizativa como en la analítica, y pueden abordarse definiendo procedimientos que describan el enfoque necesario. Estas decisiones rápidas pueden delegarse a niveles más bajos de la organización, haciendo que el equipo senior se enfoque en decisiones estratégicas y significativas.
  4. Entender el momento: una vez que las decisiones fueron definidas y categorizadas, el equipo debe decidir cuándo debe ser tratado. Mediante horizontes temporales de tres, seis y nueve meses, el equipo puede diferir decisiones que no son necesarias inmediatamente.

Fuente: HBR

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