4 formas de mejorar la agilidad empresarial

En general, la agilidad empresarial se refiere a la capacidad de responder rápidamente a los cambios del mercado y adaptarse a ellos. Es decir, se corresponde con la capacidad de recuperarse, innovar los primeros en el mercado, adoptar nuevas tecnologías y adaptarse a los cambios económicos, sociales y del entorno empresarial.

Los cambios en fabricación vienen de múltiples fuentes: cambios en la demanda de los clientes, avances tecnológicos, interrupciones en la cadena de suministro, averías de equipo, fluctuaciones monetarias, escasez de materias primas, y cambios en gobiernos y regulaciones.

Los fabricantes pueden aumentar su agilidad en cuatro áreas principales:

  • Agilidad del producto: esta forma de agilidad se centra en las cosas que podemos hacer en el diseño mismo del producto que permite a los fabricantes adaptarse rápida y económicamente a los cambios demandados por el mercado. La idea es hacer un producto flexible en el diseño. Lo que es clave es tener la agilidad para personalizar o reconfigurar el producto, minimizando el impacto en la producción o en la cadena de suministro.
  • Agilidad de fabricación: las empresas también tienen la oportunidad de revisar sus procesos de fabricación con el objetivo de agilizar el negocio. La creación de fábricas y cadenas de suministros más flexibles, resistentes y que puedan recuperarse rápidamente de las interrupciones, son esenciales para que las empresas consideren favorecer las tecnologías de desarrollo de productos más flexibles (como el prototipo digital, la fabricación digital y la nube).
  • Agilidad financiera: Es esencial que, particularmente en estos momentos de incertidumbre, las empresas tengan una visión clara de su posición financiera y cómo podría cambiar, basándose en una serie de factores. Las empresas necesitan asegurar que entienden los cambios potenciales del mercado para permitir reducir las fluctuaciones que pueda haber en los costes de suministros (como la energía, los precios de los productos básicos, etc.) ajustando los precios, cubriéndose en los mercados financieros, modelando la generación de demanda y adaptando la contratación de proveedores según fuera necesario.
  • Agilidad de colaboración: actualmente las empresas no pueden centrarse únicamente en los equipos de trabajo de forma separada. Para prosperar en el mercado actual, es esencial impulsar la colaboración entre todos los presentes en el ciclo de vida del producto (miembros del equipo de diseño, de producción, clientes, proveedores, comunidades). Sólo mediante la creación de esta cultura colaborativa, las empresas pueden detectar cambios en el mercado de forma ágil. La introducción de nuevos métodos para impulsar la agilidad, como Scrum, también puede ayudar a fomentar la innovación de manera colaborativa.

Para que las organizaciones tengan éxito, deben revisar todas sus relaciones, procesos y productos con regularidad para asegurar la agilidad del negocio necesaria basada en la demanda del mercado.

Fuente: The manufacturer

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